lunes, 30 de julio de 2012

Mente Fértil

Demasiadas cosas han pasado en una semana o dos? ya no me acuerdo bien.
Empezando por esos problemas de siempre que se arrastran con el tiempo, caen en un círculo vicioso y sólo se pueden cambiar con un quiebre o un cambio radical. Cambio que he tratado de llevar con mi mamá, donde nos apoyamos y nos damos ánimos, caemos cuando no estamos juntas, pero que no podemos decaer enfrente de una. Y sólo en eso he estado.

Mi mente fértil tiende siempre a pensar que lo que puede pasar, arma ramas y conexiones imaginarias, donde pone cada escenario como una realidad latente, respecto a las acciones que van sucediendo. Y no me deja descansar. Trata de ponerme a alerta a lo que puede suceder para que pueda reaccionar inteligentemente. Demasiada apresurada la encuentro yo. Quisiera que se relajara más.

No es fácil decir adiós, sin saber que vas a volver; y cuando vuelves, te sientes el ser más estúpido del planeta. Pude haber reaccionado mejor. Aunque ya veo el reencuentro, me lo imagino, casi lo siento. Pero no quiero pensar más. Quiero dedicarme al ahora y al casi mañana. No me quiero organizar.

Es difícil muy difícil ¿o yo me lo estaré tomando difícil? Creo que me preocupo mucho, pero es lo que digo. Tú tranquila yo nerviosa. Y para mí es extraño no estar preocupándome de cosas tan simples como: "y qué vas a hacer mañana?" "cuál es tu itinerario". La inestabilidad es mi némesis, no puedo estar tranquila, sin saber al menos que voy a hacer mañana. El calendario semanal me tranquiliza, me organizo y se hacer los malabares necesarios para cumplirlo.

Pero ahora quiero descansar, aunque cueste. No presionarme, dejarme estar un rato. Llegar a un equilibrio. Y dejar de pensar tanto.

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